Gracias Donna por esos 11 años juntas, siempre sabías cuándo se estaba mal y ayudabas con tus besitos.
Podría decir muchas cosas de tí, pero necesitaría muchas estrellas para describir todo lo que hemos vivido. Tenías tu carácter, debido a tus miedos y hasta eso, echamos de menos.
Siempre estarás en nuestros corazones. Nunca te olvidaremos, «CHIQUITINA».
Qué pequeño y qué grande has sido Tango, llegaste a mis brazos cuando estaba triste y te fuiste en ellos, a los 18 años, cuando también lo estaba.
Has sido algo tan grande, mi chiquitín, que por eso te merecías todos los cuidados hasta el final. Eras el campeón del parque y sobre todo, en todos nuestros corazones. Gracias Tango por todo. Seguro que tanto tú, Tango, como Donna estaréis juntos y me mandaréis fuerza para poder superarlo.
Os echo de menos