Hola mi chica guapa.
No sabes el vacío y el silencio que hay en casa; ya no hay pelos, ni manchas en el suelo, ni marcas de agua de beber…ya no estás tú. Abro la puerta y no te veo. Ya no tengo que volver a casa a sacarte a pasear, ni ponerte de comer… Me siento mal porque no te tengo…qué actitud más egoista.
Te hemos dejado tus sitios en el salón…allí donde te sentías a gusto. No te olvidamos; cada vez que entro o salgo de casa hago lo mismo que hacía…ir allí donde dormías y acariciarte el cuello…mi pequeña.
Iker se acuerda mucho de tí. Bueno, todos lloraron tu marcha, todos. Sólo quiero que sepas que espero que hayas sido una perrita feliz junto a nosotros.
Te queremos mucho y te seguiremos queriendo hasta que nos volvamos a ver.
Tu familia y tus amigos no te olvidan.